Un curso de retiro es una manera eficacísima de acercarse a Dios: una oportunidad estupenda para tratarle con paz y con mayor intensidad. Conocerle y conocerse con la luz que Él da, de modo que ese conocimiento influya en nuestra vida, mejorándola, amando más a Dios y al prójimo. Muchas veces será el inicio de una sincera conversión.
Hay momentos en la vida en que es necesario pararse; épocas en las que hay un nuevo despertar, en las que surgen -con la fuerza de la primera vez-, pasiones e iniciativas, afanes nobles que necesitan un cauce; periodos en que las necesidades espirituales se agudizan, y se mira la vida cara a Dios, y uno se plantea las grandes cuestiones de todos los tiempos: ¿De dónde vengo? ¿A dónde voy? ¿Cuál es nuestro origen? ¿Cuál es nuestro fin? ¿De dónde viene y a dónde va todo lo que existe?
Muchas veces vamos por la vida como a galope. Más que ir nosotros, nos traen y nos llevan las cosas, las situaciones, las circunstancias. ¡Siempre con prisas! ¿Qué estoy haciendo con mi vida? ¿Para quién trabajo de esta manera?... ¡Que se detenga el mundo un par de días! ¡Necesito pensar! Pues bien, en cierto sentido un Curso de retiro hace realidad ese "milagro".
¡Galopar, galopar!... ¡Hacer, hacer!... Fiebre, locura de moverse... Maravillosos edificios materiales... Espiritualmente: tablas de cajón, percalinas, cartones repintados... ¡galopar!, ¡hacer!
—Y mucha gente corriendo: ir y venir.
Es que trabajan con vistas al momento de ahora: “están” siempre “en presente”. — Tú... has de ver las cosas con ojos de eternidad, “teniendo en presente” el final y el pasado... Quietud. —Paz. —Vida intensa dentro de ti. Sin galopar, sin la locura de cambiar de sitio, desde el lugar que en la vida te corresponde, como una poderosa máquina de electricidad espiritual, ¡a cuántos darás luz y energía!..., sin perder tu vigor y tu luz. San Josemaría, Camino n. 837
La paz de unos días de retiro sirve para pensar con calma en lo importante, y poner un poco de orden en las ideas. Familia, trabajo, vida cristiana, amistades... Buscar la soledad es una constante en la historia de la espiritualidad, porque en la soledad acontece con más facilidad el encuentro del alma con Dios.
Siempre empiezo a rezar en silencio, porque es en el silencio del corazón donde habla Dios. Dios es amigo del silencio: necesitamos escuchar a Dios, porque lo que importa
no es lo que nosotros le decimos, sino lo que Él nos dice y nos transmite (Beata Madre Teresa de Calcuta. Camino de sencillez)
Para oír la voz de Dios se necesita un ambiente apropiado. Un clima de silencio, de recogimiento interior, que facilite el diálogo personal con Él. Hablarle y escucharle. Eso es la oración. Y en ese ambiente, podemos preguntarnos sobre el sentido de nuestra vida, y preguntárselo a Dios, que es quien nos la ha dado.
En definitiva: retirarnos algunos días a un lugar tranquilo, para descubrir los valores del espíritu y ejercitarlos más en nuestra vida. Para ahondar hasta llegar a las raíces de lo que somos, de la grandeza y dignidad de ser y sabernos hijos de Dios. Para meditar sobre nuestro destino eterno.
Distraerte. — ¡Necesitas distraerte!..., abriendo mucho tus ojos para que entren bien las imágenes de las cosas, o cerrándolos casi, por exigencias de tu miopía... ¡Ciérralos del todo!: ten vida interior, y verás, con color y relieve insospechados, las maravillas de un mundo mejor, de un mundo nuevo: y tratarás a Dios..., y conocerás tu miseria..., y te endiosarás... con un endiosamiento que, al acercarte a tu Padre, te hará más hermano de tus hermanos los hombres.
San Josemaría Escrivá, Camino, nº 283
¿Qué son los CURSOS DE RETIRO
La cultura del bienestar
1 Jamás el hombre, en toda su historia, soñó con un grado de confort como el que disfruta hoy en los países del primer mundo.Nadie duda de que esto es un gran logro humano. Pero, por otro lado, ¿a quién se le escapa, a estas alturas, que no siempre satisface plenamente al espíritu humano?
En un ambiente de consumismo y hedonismo se produce la asfixia del hombre espiritual, cuyos afanes e impulsos espontáneos quedan adormecidos y se van apagando poco a poco hasta llegar casi a desaparecer; como el rescoldo entre las cenizas.
La prisa
2 Nunca hemos vivido mejor; pero nunca hemos vivido tan agitados. El horario de trabajo, a veces acaba demasiado tarde y no podemos dedicar el tiempo que deseamos a la familia.
Enredados en una maraña de compromisos y obligaciones, a veces nos preguntamos si somos realmente los protagonistas de nuestra vida, o simplemente somos empujados por las circunstancias que, como una corriente demasiado fuerte, nos arrastran sin remedio. "El hombre agobiado de quehaceres, en nada se ocupa menos que en vivir" (Séneca)
En la espiral
3 Muchos son conscientes de que están metidos en una dinámica humanamente empobrecedora. Sienten vagamente que en su vida -tan llena de ciertas cosas- falta algo. Pero no saben cómo cambiar el curso de las cosas. El trajín del día a día, en el que no queda demasiado tiempo, amortigua luego esos vagos deseos de cambio. Y todo sigue igual.
Es la dialéctica de lo urgente y lo importante. Siempre hay algo urgente que nos impide encontrar tiempo para lo importante. "Y pasan los años sin que nos demos cuenta, como esas estaciones en las que el tren no para." (R. Knox).
Un parón necesario
4 "¿Qué estoy haciendo con mi vida? ¿Para quién trabajo de esta manera?... ¡Qué se detenga el mundo un par de días! ¡Necesito pensar!" Pues bien, en cierto sentido un retiro hace realidad ese "milagro". La paz de unos días de retiro sirve para pensar con calma en lo importante -lejos de lo que el poeta llamaba mundanal ruido- y poner un poco de orden en las ideas. Familia, trabajo, vida cristiana, amistades... ¿Está cada cosa en su sitio? ¿Tengo que redimensionar algún aspecto de mi vida?
Cultivar el silencio
5 Procurad hacer un poco de silencio también vosotros en vuestra vida para poder pensar, reflexionar y orar con mayor fervor y hacer propósitos con más decisión. Hoy resulta difícil crearse "zonas de desierto y silencio" porque estamos continuamente envueltos en el engranaje de las ocupaciones, en el fragor de los acontecimientos y en el reclamo de los medios de comunicación, de modo que la paz interior corre peligro y encuentran obstáculos los pensamientos elevados que deben cualificar la existencia del hombre" (Juan Pablo II).
Huir del mundo
6 Apartarse del bullicio, retirarse unos días, buscar el silencio para pensar... ¿No será esto huir del mundo? ¿Acaso es malo el mundo? No. Un cristiano corriente debe amar apasionadamente el mundo. Unos días de retiro -como otros medios ascéticos que podemos practicar- nos ayudan no a renegar del mundo, sino a distanciamos lo justo para poder desenvolvemos en él con visión sobrenatural y encontrar -en palabras de San Josemaría- "ese algo santo, divino, escondido en las situaciones más comunes".
Un Dios lejano
7 En una cultura materialista, Dios ha llegado a ser para tantos y tantos un ser profundamente extraño. "Pero... ¿existe Dios todavía?". El hombre contemporáneo es torpe para lo religioso. Dios suele quedar demasiado lejos de sus intereses cotidianos, y en otros casos es una pieza molesta, que estorba o incomoda el proyecto vital, de modo que se arrincona. Unos días de retiro sirven para descubrir a un Dios más cercano, presente en el entramado de nuestra vida diaria, dando hondura sobrenatural a nuestra existencia de cristianos.
Recogimiento
8 Cerramos por unas horas la puerta de los sentidos y nos olvidamos de las preocupaciones para dar prioridad a la actividad interior, al examen, a la reflexión pausada -en la Presencia de Dios- sobre nuestra vida. El silencio es quizás una de las más graves carencias de nuestra sociedad, hasta el punto de que algunos llegan a tenerle miedo. Necesitan estar acompañados del ruido externo para no encontrarse -¡terrible encuentro!- consigo mismos.
Hablar con Dios
9 En la soledad acontece con más facilidad el encuentro del alma con Dios. Sin otras preocupaciones que distraigan nuestra atención, resulta más fácil dirigirse a Dios. Aprendemos así a manejarnos en esta actividad esencial a la vida cristiana: tratar a Dios, hacer oración, hablarle y escucharle. Los días de retiro se convierten de este modo en escuela de oración cristiana, que se prolongará luego en la vida diaria. "Dios es amigo del silencio: necesitamos escuchar a Dios, porque lo que importa no es lo que nosotros le decimos, sino lo que El nos dice y nos transmite (Teresa de Calcuta).
Propósitos
10 Como resultado de unos días de retiro bien aprovechados, vendrán espontáneamente, casi sin buscarlos, los frutos: propósitos de cambio -grandes o pequeños- en algún aspecto de nuestra vida.
Y con la gracia de Dios -y también, si queremos, la ayuda del sacerdote- decidirnos a cambiar lo que haya que cambiar; a mejorar lo que haya que mejorar. "Los hombres están siempre dispuestos a curiosear y averiguar vidas ajenas, pero les da pereza conocerse a sí mismos y corregir su propia vida" (S. Agustín)
Cursos de retiro NOVIEMBRE'24 - MAYO'25
NOVIEMBRE 2024
Del 7 al 10 de Noviembre: Curso de retiro para hombres
Del 11 al 14 de Noviembre: Curso de retiro para hombres
Del 14 al 17 de Noviembre: Curso de retiro para universitarios (casa y pabellón)
Del 21 al 24 de Noviembre: Curso de retiro para hombres
Del 25 al 27 de Noviembre: Curso de retiro para mujeres
Del 29 de Noviembre al 1 de Diciembre: Curso de retiro para universitarias
DICIEMBRE 2024
Del 29 de Noviembre al 1 de Diciembre: Curso de retiro para universitarias
Del 3 al 8 de Diciembre: Curso de retiro para hombres
Del 9 al 15 de Diciembre: Curso de retiro para mujeres
Del 25 al 31 de Diciembre: Curso de retiro para hombres
ENERO 2025
Del 1 al 6 de Enero: Curso de retiro para hombres
Del 10 al 16 de Enero: Curso de retiro para mujeres
Del 16 al 19 de Enero: Curso de retiro para hombres
Del 20 al 26 de Enero: Curso de retiro para mujeres
Del 30 de Enero al 2 de Febrero: Actividad para mujeres
FEBRERO 2025
Del 3 al 9 de Febrero: Curso de retiro para mujeres
Del 13 al 16 de Febrero: Curso de retiro para hombres
Del 17 al 23 de Febrero: Curso de retiro para mujeres
Del 28 de Febrero al 2 de Marzo: Curso de retiro para mujeres
MARZO 2025
Del 6 al 9 de Marzo: Curso de retiro para hombres
Del 13 al 15 de Marzo: Curso de retiro para hombres
Del 21 al 23 de Marzo: Curso de retiro para mujeres
Del 27 al 30 de Marzo: Curso de retiro para hombres
ABRIL 2025
Del 3 al 6 de Abril: Curso de retiro para hombres
Del 10 al 13 de Abril: Curso de retiro para hombres
Del 14 al 20 de Abril: Curso de retiro para hombres
MAYO 2025
Del 9 al 11 de Mayo: Curso de retiro para mujeres